Robinson Crusoe (Novela gráfica)
Daniel Defoe, Christopher GaultierPuerto de Hull, 1651. Robinson Crusoe, un aristócrata altanero, rompe con su familia y decide dedicarse a ver el mundo. Mediocre marinero, tras un naufragio acaba en una isla desierta. Como único superviviente, intentará salir adelante contra la locura y el aislamiento…
Con un dibujo que sigue las pautas de la “Nouvelle BD”, con personajes de cuerpos de extremidades alargadas y rostros tan expresivos que hablan por sí solos, y utilizando unos colores predominantemente sucios -los idóneos para mostrar el ambiente angustioso y dramático en el que vive el protagonista-, Gaultier recrea con detalle los escenarios en los que se desarrolla la historia -los barcos que acabarán engullidos por olas gigantescas de oscuros mares embravecidos, la neblina de las calles inglesas y sus no menos brumosas tabernas llenas de supersticiosos marineros, las explotaciones coloniales de fértiles plantaciones de tabaco y caña de azúcar, la exuberante naturaleza de la isla desierta que convertirá en su hogar-, al tiempo que convierte a los personajes en meras anécdotas supeditadas a los designios de la Providencia, ofreciéndonos una visión menos paradisíaca que la que imaginamos siendo niños.